El tratamiento inicial puede variar desde la inmovilización y tratamiento con antinflamatorios no esteroideos (AINES) para propiciar mediante el reposo la disminución de proceso inflamatorio, a varias infiltraciones con triamcinolona, un potente corticoide.
Si las medidas anteriores no logran desaparecer el problema, la opción es la cirugía.
Esto será valorado por el traumatólogo en consultas externas, y si se decide tratamiento quirúrgico ,el paciente se incluye en la lista de espera para dicha intervención, se valora posteriormente por el servicio de anestesia en consultas externas, y se realiza las pruebas preoperatorias: Analítica preoperatoria que incluye hemograma, bioquímica y coagulación, Ekg, y radiografía de tórax.
El paciente ingresa el día de la intervención en ayunas, se realizan los cuidados preoperatorios de enfermería: Comprobar ausencia de abalorios metálicos, prótesis dental, ropa interior, se canaliza vía venosa con catéter nº18 y se administra sueroterapia con Ringer Lactato, además de lo indicado en la hoja de preanestesia como analítica en día de ingreso, toma de medicación por parte del paciente previo a cirugía, o algún tipo de profilaxis a administrar por enfermería.
Una vez regresa el paciente a planta, se realiza valoración quirúrgica, valorando estado de conciencia, toma de constantes, estado del apósito, movilidad de miembros, valoración del dolor, micción espontánea, y se comprueba tolerancia oral.
Este tipo de cirugía se suele realizar en hospital de día, es decir que el paciente recibe el alta médica el mismo día de la intervención, con su posterior revisión en consultas externas.