Tras la valoración del traumatólogo en consultas externas, este se incluye en la lista de espera para dicha intervención, se valora posteriormente por el servicio de anestesia en consultas externas, y se realiza las pruebas preoperatorias: Analítica preoperatoria que incluye hemograma, bioquímica y coagulación, Ekg, y radiografía de tórax.
El paciente ingresa el día de la intervención en ayunas, se realizan los cuidados preoperatorios de enfermería: Comprobar ausencia de abalorios metálicos, prótesis dental, ropa interior, se canaliza vía venosa con catéter nº18 y se administra sueroterapia con Ringer Lactato, además de lo indicado en la hoja de preanestesia como analítica en día de ingreso, toma de medicación por parte del paciente previo a cirugía, o algún tipo de profilaxis a administrar por enfermería.
Tras la osteotomía, normalmente el traumatólogo coloca una aguja vía percutanea hasta la base del primer metatarso, que será retirada posteriormente en consultas externas por el traumatólogo.
Una vez regresa el paciente a planta, se realiza valoración quirúrgica, valorando estado de conciencia, toma de constantes, estado del apósito, movilidad de miembros, valoración del dolor, micción espontánea, y se comprueba tolerancia oral, en caso de anestesia epidural esperar al menos 4 horas para su inicio.
Normalmente la hospitalización de estos pacientes no suele superar las 24 horas, e incluso muchos de ellos reciben el alta hospitalaria el mismo día de la intervención, en función del tipo de anestesia utilizada.
Tras el alta el paciente puede deambular, caminando con el talón, pudiendo adquirir en cualquier ortopedia un zapato de talón invertido para facilitar la deambulación.