El asma es una enfermedad característicamente variable. Esto hace que la monitorización regular y el ajuste del tratamiento sean componentes clave en el manejo de la enfermedad.
Esta variabilidad de la función pulmonar, medida por el Pico de flujo nos indica la hiperreactividad bronquial y se ha relacionado con el grado de inflamación y obstrucción.
Es por lo que el paciente debe examinarse en distintos momentos de la enfermedad y establecer su grado de control.
Es muy importante que se instruya en el funcionamiento y mantenimiento del medidor de
Pico Flujo para ello. Con él puede valorar esta variabilidad funcional y saber si necesita cambiar el tratamiento.
Resultados:
● Una variabilidad ≥ 20 % en ≥ 3 días de una semana, en un registro de 2 semanas es diagnóstica de asma o indica mal control.
● En el asma ya diagnosticada, una variabilidad >20% indica mal control.
● Los valores reiterados de PEF <80% de la Mejor Marca Personal (MMP) indican control inadecuado.
Recordar: Cuando no haya beneficios del tratamiento o exista mal control, lo primero que debemos pensar es en revisar la adhesión al tratamiento por parte del paciente y si la técnica inhalatoria que se está utilizando es la adecuada.